PRAYS OLEAE EN OLIVO

Este post lo queremos dedicar al Prays oleae ya que es un problema muy habitual en fincas que tienen plantación de olivos. Es un problema común pero con prevención y cuidado se soluciona de forma sencilla. 

A continuación os explicaremos qué es, qué causa y cómo podemos tratarlo.

¿Qué es Prays oleae?

Prays oleae es un lepidóptero de la familia Plutellidae que en determinados ocasiones puede ser una plaga de los cultivos. Afecta principalmente al olivo.

En España según las zonas recibe el nombre vulgar de prays o polilla del olivo. Es la segunda plaga más importante detrás de la mosca del olivo. 

Diferentes estados de vida de Prays Oleae
Foto 1: diferentes estados de vida de Prays oleae

Este lepidóptero se puede identificar en cuatro estados diferentes:

Huevo: tiene unos 0.5 mm de diámetro, suelen ser de color blanco virando a amarillo al ir eclosionando.

Larva: se desarrolla desde 0,7mm hasta 8 mm. La coloración es avellana y tiene dos bandas longitudinales verdosas en el dorso y otras 2 laterales más claras o amarillentas. 

Crisálida: mide de 5 a 6 mm de largo, la realiza protegida por sedas y restos orgánicos tanto en la parte aérea como en el suelo.

Adulto:  puede llegar a medir entre 13 y 15 mm de largo, suele ser de color gris pero su tono puede variar y tiene unas pequeñas manchas negras en el centro en las alas.

¿Cómo afecta en mi cultivo?

  • Primera generación o generación filófaga: se encuentra sobretodo de octubre a abril y daña las hojas. Son las larvas que entran en el interior de las hojas y excavan galerías en el interior y permanecen ahí durante todo el invierno. De enero a marzo salen al exterior de las hojas y se introducen en otra hoja distinta para alimentarse. Esta larva en su último estadio sale al exterior y roe el parénquima de cualquier cara de la hoja.
    Si los inviernos son fríos no suelen haber tantas larvas pero en inviernos más cálidos sobreviven y hay mayor numero de ejemplares. 
Foto 2: daños en una hoja de la generación filófaga.
  • Segunda generación o generación antófaga: de abril a junio dañando a las flores. Se alimentan de las sustancias azucaradas que se encuentran en la planta. La hembra pone los huevos en los grupos florales y nacen las larvas a los 7 días, penetran en el botón floral y se alimentan de polen. Más tarde se alimentan de otras partes de la flor como por ejemplo, las anteras, la corola o los ovarios produciendo muerte.
Foto 3: ejemplar de larva buscando polen para alimentarse.
  • Tercera generación o generación carpófaga: de junio a octubre causando daños en los frutos. La puesta que realizaron las polillas en la aceituna cuajada en junio evolucionan a larvas a los 5-6 días que penetran en la aceituna y se alimenta del hueso de la aceituna. Las olivas atacadas caen al suelo cuando la larva abandona el fruto, a mediados de septiembre, por el pedúnculo.
Foto 4: olivas afectadas por la generación carpófaga.

¿Cómo tratarla?

  • Remedios naturales

Aunque estos remedios no suelen ser demasiado eficaces sobre todo si tenemos un número elevado de casos, se pueden emplear para mejorar o erradicar en casos prematuros

· Las hormigas son transmisoras de esta plaga, por lo que favorecen y facilitan su propagación. Otra práctica agrícola para evitar que la plaga se extienda y que funciona muy bien en las fincas que trabajamos, es poner en marcha un tratamiento ecológico contra las hormigas para evitar que accedan a los árboles.

· Las larvas de Chrysoperla carnea, por la predación de huevos, y diferentes especies de himenópteros (Angitia armillata, Diadegma semiclausum, Ageniaspis fuscicollis, Chelonus rimatus…) por el parasitismo de larvas, resultan ser los más relevantes.

· Empleo de formulados de Bacillus thuringiensis recomendado sobre todo contra la generación antófaga.

  • Remedios naturales
  • Los productos más recomendados para este caso son los productos de la familia de la piretrina o acetamiprid con una concentración al 20%.
    La supervisión de un técnico en estos casos es fundamental ya que nos aseguraremos la máxima eficacia de los productos disponibles en el mercado sin causar daños en nuestro cultivo.

    Para ello, recomendamos hablar con uno de nuestros técnicos, o con un experto en la materia, para que pueda evaluar y asesorar según cada caso.

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